El momento de la poda no es una tarea fácil, pero con estos consejos que os vamos a dar se puede podar con total seguridad y evitar enfermedades en sus plantas, eso sí, siempre eligiendo la mejor herramienta para cada ocasión.
El invierno es la mejor época del año para podar las plantas, ya que la mayoría de las plantas ornamentales y fructíferas entran en estado de hibernación para crecer con fuerza total en primavera. En las regiones más frías hay que evitar las heladas, esperando a podar una vez que pasen esos meses más fríos.
Todas las herramientas de poda se deben utilizar limpias, lubricadas y afiladas para que tengan el mejor desempeño durante el uso y provoquen corte liso, facilitando la cicatrización de la planta y minimizando su exposición al ataque de enfermedades.
Se deberá:
- Mantener las herramientas afiladas.
- Hacer cortes lisos y rectos.
- Intentar hacer cortes a 45 grados para evitar la acumulación de agua en los gajos.
Hay que tener en cuenta que no todos los utensilios para podar son válidos para todas las plantas.
Cada una de ellas requiere unos cuidados específicos y también una manera concreta a la hora de ser podadas. Algunas podaderas sirven sólo para cortar tallos finos mientras que otras más fuertes son capaces de seccionar ramas más gruesas.
A continuación os explicamos los tipos de herramientas que hay:
¿Qué herramienta elegir para cada planta?
Para ramas verdes de hasta 28 mm: tijeras de una mano de corte deslizante o bypass.
Las tijeras de podar de mano son seguramente la herramienta más utilizada cuando se trata de podar arbustos, flores, enredaderas y pequeños árboles.
Las tijeras de podar de mano pueden utilizarse con una sola mano pues su manejo es muy sencillo y sirven para cortar tallos y ramas finas, de dos a tres centímetros como máximo y no muy duras.
Tienen una cuchilla que secciona al cruzarse sobre una parte fija. Funcionan como una tijera tradicional y son buenas para podar tallos verdes, ya que realizan cortes limpios y no dañan apenas a la planta.
Para ramas secas o de madera dura de hasta 24 mm: tijeras de una mano de corte en yunque
Éstas cuentan con una única hoja de corte, que corta apoyándose sobre un yunque. Son buenas para podar ramas secas y tallos duros. Sin embargo, si se utiliza con tallos y ramas verdes o con vida pueden dañar la planta, pues son muy agresivas.
Para ramas verdes de hasta 60 mm: tijeras de dos manos de corte deslizante o bypass.
Son aquellas en las que necesitamos ambas extremidades para ejercer toda la potencia de corte. Las tijeras de dos manos tienen hojas de corte robustas que permiten hacer mucha más fuerza al estar sujetas con las dos manos. Esto hace que con ellas se puedan podar ramas de 4 a 6 centímetros de grosor.
Para ramas secas de hasta 50 mm: tijeras de una mano de corte en yunque.
Cuentan con un mecanismo que corta en etapas. Este tipo de tijeras de podar de mano son ideales para no forzar en exceso las muñecas cuando se están realizando trabajos de poda en ramas secas o duras.
Para ramas en altura de hasta 40 mm: tijeras de pértiga.
Son la solución perfecta cuando tienes que podar árboles o setos con mucha altura.
La herramienta se acopla a un mango único, de largo fijo o extensible, que permite alcanzar ramas a una altura de 2 a 5 m. Se accionan al tirar de una cuerda conectada a un sistema de muelles.
Las tijeras de pértiga no solo sirven para podar árboles o recortar sus copas, sino también para recolectar fruta situada a gran altura.
Para ramas muy duras: motosierras de gasolina adecuadas para este tipo de poda.
¿Cómo evitar enfermedades durante la poda?
Lo fundamental es mantener las herramientas de poda limpias de los restos de savia de los árboles. Estos tienen enfermedades que se pueden transmitir a través de las tijeras de poda de una planta a otra.
Por ello, es recomendable limpiar las cuchillas entre usos con un trapo y secarlo perfectamente para que la cuchilla quede en perfecto estado una vez acabado el trabajo.
Si has estado podando ramas enfermas, te recomendamos desinfectar las cuchillas con alcohol antes de pasar a podar otra planta.