¿Qué utensilios necesitas?
Antes de empezar: esteriliza botes y las tapas ya que pueden tener suciedad del almacenaje. Es recomendable comprar tapas nuevas todos los años porque alguna puede estar defectuosa y no hacer correctamente el proceso de vacío.
¿Qué ingredientes vas a utilizar?
Tomates, aceite de oliva virgen extra (AOVE), sal y agua.
El proceso paso a paso
1. Lava bien los tomates y quita las hojas que puedan tener. Haz una cruz con el cuchillo en la parte inferior del tomate, nos facilitará mucho el trabajo a la hora de pelarlos.
2. Una vez limpios los tomates, mételos en la cazuela a hervir durante 3-4 minutos.
3. Tras este tiempo, sácalos y pásalos por agua fría para cortar la cocción. Espera a que se enfríen para poder cogerlos sin quemarte.
4. Pélalos, quítales la “raíz” (parte superior del tomate) y cualquier imperfección que puedan tener.
Si quieres hacer conserva de tomate en trozos, pártelo y embótalo.
Si por el contrario quieres triturarlo, debes tener a mano la tomatera. Pasa el tomate por por la tomatera tantas veces como quieras; con dos veces suele ser suficiente para coger gran cantidad de tomate sin desechar apenas cantidad. Esto también depende del gusto de cada uno.
5. A la hora de meterlo en los botes de conserva puedes echarle unas gotas de aceite de oliva para que coja más gusto.
6. Una vez que tengas los botes cerrados, introdúcelos en vertical dentro de la cazuela, en agua caliente. Es imprescindible que haya suficiente agua como para tapar el tarro por completo, unos dos dedos por encima de la tapa.
Nota: las tapas no hay que forzarlas porque se pasan, cerrarlas hasta que no se pueda más sin emplear fuerza.
7. Cocínalos al baño maría durante unos 30 minutos y pasado ese tiempo déjalos en el agua hasta que estén en temperatura ambiente.
8. Una vez pasado este tiempo, con la ayuda de nuestras pinzas para botes de conserva, vete sacándolos y secándolos de uno en uno.
9. Con los botes de conserva ya preparados, guárdalos en un lugar fresco y seco, donde aguantarán perfectamente durante varios meses.
Y recuerda, que cuando quieras consumirlos, debes asegurarte de que suena el “pop” al abrir el bote. Una vez abierto nos durará de 6 a 7 días en el frigorífico.