Las estufas de pellets permiten calentar nuestro hogar a partir de energías renovables, con una mayor eficiencia energética y, por tanto, con un importante ahorro energético y económico.
¿Qué son los pellets?
Con el precio de la electricidad por las nubes, es un buen momento para que te plantees un cambio en el sistema de calefacción de tu hogar. Una gran solución es instalar una estufa de pellets. Así, aprovechas la potencia calorífica que aporta este combustible sostenible y el buen precio que tiene. Es, aproximadamente, un 50% más barato que las fuentes convencionales.
Los pellets están compuestos por serrín reciclado, virutas de madera, cáscaras de maíz, nuez y cacahuete o residuos de biomasa similares que se trituran y comprimen. Sus ventajas son claras: no producen olor, son mucho más seguros y su precio es más estable que los derivados del petróleo.
Además, generan unas bajas emisiones de CO2 y presentan una fácil limpieza. Los consumidores habituales afirman que el calor que generan es más cálido y hogareño.
Una estufa de pellets para cada necesidad
Actualmente, es posible colocar este tipo de calefacción en cualquier casa o apartamento, de manera sencilla y con unos costes de mantenimiento muy bajos. Es recomendable disponer de una pequeña toma de aire exterior para lograr la mejor combustión posible.
Cabe destacar que las estufas de pellets deben contar siempre con una salida de humos de, al menos, 8 cm y situarla, preferiblemente, en una zona elevada. De igual modo, necesita una toma de corriente a 220 V.
Y para acabar, como no todas las casas son iguales, dispones de un tipo de aparato diferente según tu caso. Así, estimamos que, por cada 10 metros cuadrados que desees calentar, vas a requerir 1 kW de potencia. Por tanto, para una superficie de 80 metros cuadrados necesitas una estufa de pellets de 8 kW.